683 160 676
Calle Sillería, 16 (Junto a la Plaza de Zocodover) 45001 Toledo
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4 marzo, 2021

El Callejón del Infierno, en Toledo

Si paseamos por el casco antiguo de Toledo, nos llamará la atención algunos nombres de calles que nos vamos encontrando a nuestro paso. Una de esas calles, es el famoso Callejón del Infierno.

Pero, es que además, junto a este callejón, encontramos también el Callejón del Diablo. Toparte con estas dos calles en un paseo nocturno por Toledo, bajo la densa niebla que suele cubrir Toledo en los meses de invierno o en una noche de lluvia, te pondrá los pelos de punta.

Acerca del callejón del Infierno, se cuenta una misteriosa leyenda que sería la encargada de darle el nombre. Una historia de amores imposibles, entre diferentes religiones, brujas… Te invitamos a que te detengas delante del callejón y a que leas esta leyenda, al ser posible, cuando la noche ha caído ya sobre la ciudad imperial.

La leyenda del callejón del infierno

Cuenta la leyenda que un noble toledano, de importante familia, llamado Felipe Pantoja se había enamorado locamente de una joven toledana. Un amor que él sabía imposible, ya que la chica era judía y el cristiano.

Rebeca, que así se llamaba la joven judía, sentía lo mismo por él, ya se había fijado en el joven que tantas muestras de cariño le hacía llegar.

Pero no todo era tan bonito, entre medias de ellos dos existía otra persona: un joven judío, llamado Samuel, también pretendía a esta chica y hacía todo lo posible por conquistarla.

La leyenda nos dice que, Felipe Pantoja, no sabía que hacer para alejar a este joven judío y quitarse así la preocupación que le rondaba.

Felipe quería que, los ojos de Rebeca, sólo fueran suyos. Por eso, y ante tal desesperación, Felipe recurrió a los servicios de una hechicera, muy popular en la ciudad de Toledo y que era conocida como “La Diablesa”.

Callejón del Infierno

Felipe encargó a esta anciana diferentes filtros de amor para conseguir enamorar a la chica. El problema, cuenta la historia, es que ninguno de esos filtros de amor parecía surtir efecto alguno sobre la joven judía. Su rival, Samuel, cada vez estaba más cerca de ella.

Ante esta situación, Felipe Pantoja pide a la hechicera que le acompañase a comprobar cómo sus trabajos no estaban funcionando.

Para ello, la hechicera se disfrazó de page, para pasar desapercibida ante las curiosas miradas. Ambos, se presentaron en la sinagoga y buscaron un lugar donde ocultarse y pasar desapercibidos ante la muchedumbre judía.

La hechicera, mientras esperaban, intentaba consolar al joven haciéndole ver que, Samuel, no acudiría a la Sinagoga y que, su filtro de amor funcionaría.

Cuando los rezos terminaron en el interior de la Sinagoga, al otro lado de la calle, Felipe Pantoja y la hechicera se esforzaban por ver a cada uno de los que iban saliendo de la Sinagoga. Tras un rato, vieron cómo Rebeca salía por la puerta junto a sus familiares y sin la compañía de Samuel.

Parecía que, el filtro de amor, había surtido el efecto deseado. Sólo ella sabía que, su trabajo iba a funcionar: el cadáver de Samuel yacía tendido en otro lugar, no muy lejos de allí…

Cuenta la leyenda que, pasado un tiempo, Felipe contrajo feliz matrimonio con la judía Rebeca.

Ésta se había convertido al cristianismo para poder abrazar el casamiento. La iglesia de San Torcuato fue testigo del feliz acontecimiento.

Pero, esa misma noche, la casa de la hechicera salió ardiendo con unas llamas tan descomunales, que sólo abrasaron ese lugar, siendo también la hechicera pasto de las llamas y haciendo que los vecinos de la barriada, asustados, empezasen a llamar y a conocer ese lugar como el callejón del Infierno.

Nadie supo nunca quien fue el autor de esas grandes llamaradas… ¿Quizá el mismísimo diablo? Nunca lo sabremos…

¿Cómo puedes encontrar este callejón?

Para ello, debes dirigirte a la Plaza Mayor y situarte frente a la fachada del Teatro de Rojas. Justamente a la derecha, entre el Teatro de Rojas y el mercado de abastos de Toledo sale una calle (la calle Coliseo).

Sigue la calle y, de frente, te encontrarás un pequeño callejón con una verja de hierro: el callejón del Infierno.

Un poco más arriba, junto a este callejón, encontrarás el callejón del Diablo.

No puedes irte sin hacer una foto a estas dos misteriosas calles… ¿seguirá vagando el alma de la Diablesa por este lugar?

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